"SE DESPIDIERON Y EN EL ADIÓS YA ESTABA LA BIENVENIDA" MARIO BENEDETTI.

 Esta es la última entrada del semestre en el blog que cree hace algunos meses como trabajo de una de las asignaturas de el grado universitario que estoy cursando. La asignatura como todos sabéis es Didáctica.
Tengo la gran satisfacción de deciros que aunque en un principio, la primera vez que leí su nombre, y los primeros días de clases pensé que no seria una asignatura que me ayudara mucho en mi carrera, y la verdad pensé "va a ser un tostón". De la profesora, Almudena Martinez, solo puedo deciros que me dio miedo nada más que la conocí, porque no estaba acostumbrada a una profesora con tan buen rollo en una clase.
Todo lo que os acabo de contar, fue la demostración de que nada debe de ser juzgado sin conocerlo realmente con anterioridad.
La realidad ha sido que Almudena ha conseguido despertar nuestra creatividad y demostrarnos que esta asignatura nos vale mucho más de lo que creemos, no solo para nuestra vida profesional como educadores sociales, sino también en el resto de las facetas de nuestra vida.
Además de contaros mi impresión sobre este viaje tan interesante hacia el país de la didáctica, me gustaría hablar sobre una película que he vuelto a ver esta tarde, y que creo que puede ser la quinta o sexta vez que la veo, y que cada vez que tengo el gusto de contemplar, me enseña algo nuevo y me hace pensar lo que realmente es necesario y a lo que cada persona es capaz de renunciar por amor. La película de la que hablo es "Habana blues" del director Benito Zambrano.


El mero hecho de apreciar la banda sonora de esta película, intentando comprender la letra y el sentimiento que se esconde detrás de ella, me hace pensar en muchas cosas y replantearme muchas otras.
Se que diréis que esta película no tiene nada que ver con lo que la asignatura significa ni pretende, pero si creo que esta relacionada con lo que Almudena ha intentado despertar en nosotros.
Creo que ha intentado que entendamos lo que implica el trabajo de cada trabajador social, en la sociedad del momento que atravesamos, que siempre hay que saber a que atenerse en cada momento, que elegir en cada situación y a que podemos renunciar, dejando claras nuestras prioridades.
Con mi nueva visión de las necesidades y compromisos, que cada uno debe contraer, quiero soñar que conseguiremos entre todos crear una sociedad que se entregue a sus sueños, y que sea capaz de ayudar a quien lo necesite sin esperar nada a cambio.
Para despedirme quiero dar las gracias a Almudena, por abrirme los ojos, y quiero decirle que en el momento en el que estoy de mi vida, en el espero un hijo o una hija, le doy las gracias por ayudarme a querer ser alguien que lucha por lo que cree y que puede ayudar al cambio, aportando un pequeño grano de arena dentro de este mundo tan loco.